Carta abierta a vos

No soy una estrella de la farándula ni mucho menos, como para hacer comunicados. Pero cuando no existen medios de comunicación privados, deben hacerse públicos si es necesario.

Me enteré de vacaciones y de la forma más bizarra, que estás saliendo con alguien. No tengo más que alegría por tu felicidad y solo espero que tu relación con esa persona sea lo todo lo opuesto a la nuestra. Que realmente estés en paz y puedas disfrutar lo que nosotros no pudimos disfrutar.

Pero para que estés en paz con vos, necesito pedirte que dejes de odiarme. Y seguramente dirás que no lo haces, pero no sabes que sí me sigues odiando al día de hoy.

Siempre fue raro que yo era el “acusado” de no decir todo, y con el tiempo entendí que yo decía siempre todo, lo bueno y lo malo, pero todo. Incluso muchas veces por decir todo, se tornaba en mi contra.

Pero vos que decías y pedías saber todo, en realidad vivías callando.

Nunca pudiste decirme en la cara lo que me consideras: una persona tóxica. Que conmigo tuviste años de relación tóxica y que te manipulé por todos los medios.

Yo por el contrario, sí te dije en la cara que no considero que seas una persona tóxica, pero sí que tuvimos una relación tóxica. Y que nos lastimamos mutuamente. Porque una persona tóxica, siempre tiene relaciones tóxicas, pero dos personas sanas, pueden tener una relación tóxica, sin serlo ellas.

Esto fue lo que nos pasó. Fuimos todo juntos, pero nos consumimos y nos asfixiamos demasiado, y no podíamos seguir permitiéndolo, a pesar del amor que nos teníamos.

Pero necesitas dejar de odiarme, necesitas terminar de soltarme, para ni siquiera compararme con quien estás ahora. Para que puedas disfrutar plenamente de quien está a tu lado, sin pensar para bien o para mal, lo que tenías conmigo.

Hace un tiempo atrás, dijiste “el amor está intacto” pero ambos sabíamos que eso no era cierto. Hubiese dado la vida por pensar que era cierto, pero llevábamos un año separados, y nunca habías hecho un verdadero duelo, para entender que ni vos ni yo, en ese año éramos las mismas personas.

Eso no quita, que siempre serás el amor de mi vida. Eso no quita que siempre te amaré sanamente y creo que vos también lo harás, pero para eso tienes que sacar toda clase de odio, para poder sanar plenamente y ser feliz con quien está a tu lado. No tengo enojos, no tengo bronca ni dolor. De hecho siempre supe que conseguirías a alguien antes que yo, porque eres una persona que tiene todo para ser feliz, y yo aún estoy trabajando en eso.

Pero necesito que dejes de odiarme. Necesito que dejes de odiar, porque hoy eres un ser lleno de amor, aún lastimado.

Y digo todo esto también por algo: hace un tiempo atrás me enteré que entrabas a leer todo acá. Con lo cual, siempre te hablé (sin saberlo) y siempre escuchaste en silencio sin decir nada y hasta fingiendo no saber cosas que acá publicaba. Así que por eso dejé de escribir, para que me pudieses soltar, no sabiendo de mí. Y me moría por escribir muchas veces, pero cuando el amor es más fuerte, uno racionaliza lo que debe hacer por un bien mayor. Y ese es tu bienestar.

Sin saber de mí, podrías seguir adelante. Así que no entres más acá. Al menos hasta que sanes, hasta que puedas no odiarme.

Yo por lo pronto, hago esta carta abierta, para dejar en claro que no escribiré más sobre mí y mucho menos, sobre vos. Porque no te ayudo y no me ayudo.

Soy feliz con tu felicidad, no tengo odio alguno. Ojalá algún día dejes de odiarme. Ojalá algún día seas feliz por mí. Y si eso no pasa nunca, al menos seas feliz por vos.

Hasta siempre. Gracias por unos años hermosos, gracias por ser mi compañero de vida, y soy feliz que hayas conseguido otro compañero, para seguir con la tuya. Siempre estarás en mi corazón y ojalá la vida haga que nos encuentre sin odios, sin enojos y compartiendo un hermoso momento por el recuerdo y amor que tuvimos.

Comentarios