Y huí

Huí una vez más. ¿Porque quería? No. Porque había que huir. Porque creí todas las palabras, porque por primera vez había escuchado todo lo que siempre quise escuchar. Pero una vez más fueron palabras.

Luego de tantos años juntos, luego de tanto tiempo separados, quise creer como creí siempre. Pero no podía una vez más dejar pasar indirectas. No podía hacerme cargo de indirectas en lugar de esperar que las cosas se digan de frente. No podía esperar escuchar un “perdón “ de algo de lo que no merecía recibir. Y entonces huí.

Huí porque era más sanos para ambos. Porque lo que “maduramos” separados, lo perdemos estando juntos. Huí porque no quería esperar una indirecta por redes, en lugar de una charla de frente. Huí porque ya no puedo creer cada vez que te creo. Huí porque me duele el alma de saber que me lastimas, mientras crees qué haces lo correcto. Huí porque siempre esperé que todo eso que me dijiste fuese cierto, y que ibas a volver, para demostrarme que el cambio era verdadero.

Pero huí y no viniste. Huí y no me buscaste. Huí y estoy de nuevo sólo. Huí y no se cómo encontrarte. Huí y no me encuentro.

No me toca esta vez, explicar los motivos de mi huida. No me toca esta vez, salir a buscar porque no estoy en falta. Me gustaría huir y que me busques. Me gustaría nunca más huir, porque ya no hace falta.

Comentarios