Platos Rotos

Dentro de los dones que tengo, tengo el don de mierda de pagar los platos rotos de las relaciones anteriores de los demás.

Tengo la desgracia de estar y relacionarme con gente que ha sido muy lastimada en el pasado (al igual que yo) y sin embargo ven en mí, la forma (consciente o inconsciente) de usar como estilo de venganza.

Es una situación horrible. Y nadie sabe lo que he vivido en mi vida, porque siempre me aseguré que nadie pague lo que no le corresponde. Ni siquiera hago que pague a quien le corresponde. 

He pasado por todo, versos de fidelidad, versos de familia, versos de futuro juntos, versos de quiero algo serio, versos de no soy como los demás, versos de créeme que soy diferente.

Y aunque la coraza ha aumentado año tras año, relación tras relación, siempre elegí creer que esta vez podía ser diferente. Porque si yo no cambié mi idea de vida, siempre pensé que pudiese existir alguien con los mismos valores y que no tenía que rebajarme a ser uno más del montón. 

Pero a la vida, no le caen bien los "diferentes". Solo premia a los que son parte del conjunto masivo de estereotipo, a los que se vengan con el que sigue, por lo que pasó mal en el pasado.

"Vos no sos un simple garche, realmente sos importante para mí". Pero mientras habla con quien sea y me deja de lado, sabiendo que espero que esas palabras sean ciertas.

"Nunca me imaginé en la vida tener hijos, pero con vos, imagino la vida juntos haciendo una familia". Pero mientras se recorría el mundo haciendo ´amigos nuevos´.

"No quiero lastimarte. Vos sos alguien especial para mí". Así que mejor, te dejo a vos esperando, mientras me muevo a cualquiera que no me resulte ´especial´.

Hace tiempo me cerré a poder creer en más nadie. Hace tiempo dejé de soñar en encontrar con quien pasar el resto de mis días. Hace tiempo dejé de soñar. Hacer tiempo me acostumbré a pagar platos rotos de relaciones que no se relacionaron conmigo, pero que como no quise ser alguien más del montón, debería seguir pagándolos, hasta tanto me resigne y me una.

Hoy ya me encuentro resignado. Pero a la vez no me puedo sumar al montón. Es por eso que elijo la soledad (que no quiero), para seguir siendo especial, aunque nadie sepa valorarlo.

No me gusta pensar en la idea de las vidas pasadas, porque no quiero ni imaginar que tan malo fui en otra vida, para pagar tantas cosas malas en esta.

Ya no quiero pagar platos rotos, pero por lo visto no sé como arreglarlos sin pagar. Tal vez lo que creo como don es solo una falencia. De no poder arreglar a alguien por completo sin la necesidad de tener que pagar por cosas que no cometí. Tal vez, solo sirva para el pago de platos rotos, y ver como luego la felicidad les vuelve, y otros la disfrutan, al no conocer, cuando había que pagar esos platos.


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