Sueños en grises. Realidades en Blanco o Negro.

Mi psicóloga me pide que me anote los sueños que recuerdo, porque me los interpreta. Yo fascinado, las pocas veces que me acuerdo hacerlo, se los cuento y suele pegarle en todo antes que empiece la sesión sobre mi semana. Me resulta miedosamente genial eso. Pero le oculto cuando sueño con él. 

Me encierro en mí y ya no importa si es un buen sueño o uno malo, trato de borrarlo de mi cabeza porque sea cual sea el sueño, me hace mal cuando despierto. Trato de olvidarme lo más rápido posible, y aunque lo logro, no llego a borrar la parte de haber soñado y haberme despertado triste.

Siempre odié el todo o la nada, el blanco o el negro, el para siempre o nunca. Pero tomé una decisión que no quería, porque del otro lado era así. 

Ya no odio, ya no lloro, pero tampoco sonrío. Pocas veces demuestro sentimiento. Solo estoy y sigo.

Una parte de mi vida se fue para siempre. Pero se fue bien porque estaba vez soltaba para que fuese feliz. No porque quisiese, sino porque debía.

Me molesta a veces un poco, no poder compartir una charla, un mate, una risa. Un mensaje que diga "¿Como estás?". Extraño un abrazo en el silencio, y aún así que cada uno siga con su vida.

Pero desgraciadamente, en los "blancos o negros", no se permite tener eso. Así que solo los grises están en mis sueños. No me despierto triste por haber soñado, no me despierto alegre por haber soñado. Solo me despierto y caigo en la realidad que lo que soñé queda ahí y no sale de mi cabeza. Jamás se hace realidad. Nunca volveremos a estar. Siempre será Blanco o Negro.

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