En un mundo paralelo, aún estamos juntos.
En un mundo paralelo, nuestra manos aún se entrelazan, nuestros cuerpos se abrazan y nuestros labios se besan.
En un mundo paralelo, no tengo que esperar a que aparezcas, simplemente estás, sencillamente estoy.
En un mundo paralelo, la sorpresa no es que vengas, sino que no te vayas nunca.
En un mundo paralelo, pasaremos juntos año nuevo y tu cumpleaños, solo los dos, solo nosotros.
En un mundo paralelo, vivimos juntos, en la casa que entre los dos estamos comprando y pagando de a poco.
En un mundo paralelo, no hay miedos, ni desconfianzas. Mucho menos hay peleas, cada tanto una discusión que construye y afianza la pareja.
En un mundo paralelo, programamos las vacaciones. Para irnos a conocer mundos nuevos pero siempre conociendo esos lugares de la mano.
En un mundo paralelo, conseguimos querer nuestros trabajos, y al volver a nuestra casa, el trabajo queda afuera y solo hablamos de nosotros.
En un mundo paralelo, somos dos contra el mundo. Somos dos, somos uno.
En un mundo paralelo, no pienso como será nuestra historia en un mundo paralelo, porque todo lo perfecto está ahí y no pienso como sería distinto.
En un mundo paralelo, no habría mundos paralelos. Esos seríamos nosotros, en el mundo que queremos.
Pero no estamos en ese mundo, nos ha tocado vivir en este. Y no estamos más juntos, y no compartiremos más momentos.
Pero no estamos en el mundo paralelo, y yo estaré sin vos, y vos celebrarás sin mí.
Envidio a las dos personas de ese mundo paralelo, les ha tocado la vida que yo quiero.
En un mundo paralelo, nuestra manos aún se entrelazan, nuestros cuerpos se abrazan y nuestros labios se besan.
En un mundo paralelo, no tengo que esperar a que aparezcas, simplemente estás, sencillamente estoy.
En un mundo paralelo, la sorpresa no es que vengas, sino que no te vayas nunca.
En un mundo paralelo, pasaremos juntos año nuevo y tu cumpleaños, solo los dos, solo nosotros.
En un mundo paralelo, vivimos juntos, en la casa que entre los dos estamos comprando y pagando de a poco.
En un mundo paralelo, no hay miedos, ni desconfianzas. Mucho menos hay peleas, cada tanto una discusión que construye y afianza la pareja.
En un mundo paralelo, programamos las vacaciones. Para irnos a conocer mundos nuevos pero siempre conociendo esos lugares de la mano.
En un mundo paralelo, conseguimos querer nuestros trabajos, y al volver a nuestra casa, el trabajo queda afuera y solo hablamos de nosotros.
En un mundo paralelo, somos dos contra el mundo. Somos dos, somos uno.
En un mundo paralelo, no pienso como será nuestra historia en un mundo paralelo, porque todo lo perfecto está ahí y no pienso como sería distinto.
En un mundo paralelo, no habría mundos paralelos. Esos seríamos nosotros, en el mundo que queremos.
Pero no estamos en ese mundo, nos ha tocado vivir en este. Y no estamos más juntos, y no compartiremos más momentos.
Pero no estamos en el mundo paralelo, y yo estaré sin vos, y vos celebrarás sin mí.
Envidio a las dos personas de ese mundo paralelo, les ha tocado la vida que yo quiero.
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