Ya no juego este juego

Ya no juego este juego. No quiero jugar sabiendo que es un juego el cual nunca elegí jugar. Ya no responderé palos sin sentido.

Las cosas que quise decir, yo las dije. Espero que cuando quieras decírmelas, demuestres que tenes el valor de decirlas y no mandar indirectas.

Ya no juego este juego. Este juego de embrollos, en el cual necesitas odiarme en lugar de hablarme. Siempre tendrás las puertas abiertas, para decir cosas buenas, cosas malas, desahogarte o incluso insultarme. Pero cara a cara.

Si no tenes el valor de decirme las cosas a mí, no tengo por qué aceptar ese juego tóxico de esperar que me insultes sin motivo aparente, solo por mentirte y creer que mi vida, mi pasado, mi presente y mi futuro, son demasiado ajenos a mi realidad.

Juego el juego que quieras jugar, pero de frente. No un juego online, el cual bordea lo sin sentido.

Tirame todas las indirectas que quieras, no respondo más. Hablame directamente, si te bancas mi respuesta. Sino me demostras ser no persona alguna.

Jugá, reí, peleá, quereme, amame, ignorame u odiame; pero de frente. Como siempre dijiste que hacías las cosas y decías ser.

Yo no pienso responder más nada, porque prometí jamás hablar de vos y jamás lo hice. Porque dejé incluso de hablarte, porque diga lo que te diga era retórica. Yo acepté este juego de no hablar, vos aceptá mi juego de hablar de frente. Sino ya no tengo más tiempo de jugar. Yo ya gané el juego.

No querés creer mi realidad, es un tema tuyo. Yo no pretendo creer o no la tuya. Cuando quieras compartir realidades, demostrarás que ese odio que decís no tener, realmente no lo tenes más. Mientras tanto, no puedo ayudarte a hablar lo que no queres hablar.

Siempre dije que "ayudar a quien no quiere ser ayudado, también es faltarle el respeto". Y vos no queres mi ayuda. Yo sí, infinidad de veces necesito tu ayuda. Sin embargo, acepté tu juego y entendí que no me ibas a ayudar. No voy a dejar seguir aceptando que me impongas las reglas del juego.