Capítulo 4: Visiones

Toda la vida he tenido visiones. Visiones de cosas que le pasan a seres queridos. Visiones buenas y visiones malas.

Nunca he querido ese don, pero lo tengo y es bastante tormentoso. Porque no puedo evitar lo que va a pasar. Porque no puedo juzgar a alguien por hacer algo, antes que lo haga.

He tenido visiones de ver a mis abuelos morir, de la forma y lugar días y horas antes que pase. He sabido de engaños por muy simples o grandes que fueran. He sabido de mentiras que me iban a decir, y pude mirar a la cara cuando me decían dichas mentiras y se me destruía el alma, sabiendo como me mentían. (Motivo 3).

Esto me ha generado un enorme nivel de desconfianza a la vida. Sentir que no puedo confiar en nadie, sentir que nadie me hablará jamás con la verdad. Incluso si lo hicieran, desconfiaría pensando cuando vendría mi próxima visión para decirme lo contrario.

He tenido etapas de muchas visiones, y he tenido etapas de muy pocas o ninguna por años. Sin embargo, con el tiempo se han desarrollado, y aprendí a ver y soñar cosas simples que modificarían mi vida para siempre.

He advertido a la gente como tarde o temprano mis "sospechas" me daban mala espina tal persona, sin poder decirles "sé lo que vas a hacer en solo diez días". Y luego ver pasar esos diez días y que se cumpla, y esperar a que me cuenten disimulando no saber, para luego decir "sí, ya sabía" y dar detalles de que pasó, dejando boquiabierto a cualquiera.

Siempre soñamos de chicos, con tener superpoderes, con tener algo diferente que nos haga únicos, generando una doble personalidad. Pero ya lo dice una famosa frase "todo poder, conlleva una gran responsabilidad". Y realmente hay cosas, a las cuales no estamos humanamente preparados para vivirlos. Hay veces que se hace demasiado difícil tolerar saber el futuro; y huimos sin motivo aparente, por miedo a concretar nuestras visiones. Y en realidad no queremos huir; queremos que vengan corriendo atrás nuestro, y nos digan que estamos equivocados, que no tuviste una visión, sino una triste pesadilla. Y volver a soñar sin miedo. (Motivo 4).

Pero no siempre tendrás a alguien que te corra atrás tuyo, o incluso alguien que ya corrió demasiado y no quiere correr más. Y vos te quedas huyendo, sin querer huir, pero sabiendo que la vida te jugó una mala pasada, y las visiones se volvieron tormentos, y los tormentos han lastimado tu vida de nuevo.

Comentarios