Capítulo 14: El final del "Para siempre"

Estábamos ampliamente distanciados, pero no lo sabíamos. O lo sabíamos y no lo queríamos saber.

Me llega mensaje de él con una captura de pantalla. Esa captura era la encuesta que yo había hecho casi un mes atrás, sin ningún otro motivo más que reírme con amigos. Pero él no lo sabía. Si realmente hubiese sido sobre él, y luego vuelve de su viaje y seguimos juntos, la hubiese borrado para que no viese eso. Pero no era así, no era nada relacionado con él. Sino más bien todo lo contrario. "Estoy tan seguro de la persona que amo, que puedo reírme sin importar cual sea el resultado". Recién era lunes y el mensaje decía:

- Necesito que por favor te hagas tiempo y que el sábado nos juntemos a hablar.

Ahí mi cabeza empezó a pesarme completamente. No tenía él por qué saber el por qué había hecho esa encuesta, pero no pensaba verme hasta el sábado. Caía de a poco en un pánico enorme porque había perdido el interés de siquiera verme a lo largo de toda la semana para aclarar o no el tema (Motivo 25).

La conversación siguió picante e irónica, hasta que en un momento dijo:

- No me importa absolutamente nada lo que pienses de mí.

Automáticamente, me saqué de quicio. No entendía más nada. Estaba ahogado, en entender que no le importaba más y que solo esperaba al sábado para terminar y que sea un mero trámite (Motivo 26).

Definitivamente entré en pánico, e hice el último gran error de mi vida con él. Le envíe un audio terminándole. El audio decía:

"Mira, vamos a hacerlo más fácil. Esto se termina ahora mismo. Esto de esperar al sábado no tiene sentido. Así que porque te amo, te libero y te dejo seguir adelante. No tiene sentido vernos las caras para terminarlo".

Envié ese audio. Y automáticamente me morí un poco. Solamente estaba en pánico. No estaba preparado para terminar y con el miedo en su máxima expresión, dije lo que no quería decir, esperando que me diga que estaba absolutamente equivocado. Deseando que solo quería decirme que jamás me engañaría. Soñando que no pensaba terminar conmigo. Anhelando escuchar que me amaba como el primer día.

Ese audio me llevó a mi propia destrucción, a borrar toda posibilidad de modificar algo. Solo quería que no esperase al sábado y apareciese en casa hoy mismo. No podía pedir, pero era lo que esperaba (Motivo 27).

Claramente, nada de eso pasó. El odio de su parte se hizo más fuerte y terminó de matar el poco aprecio que le quedaba por mí.

Jamás pude culparlo. Tampoco quiero hacerlo. Soy absoluto responsable de lo que hice, aunque no haya querido hacerlo.

Mi mundo se derrumbó, mi sueño de una vida juntos había terminado. Pero aún me faltaba escuchar lo peor, aunque necesario.

Comentarios