Ya no escribiré sobre ti

Ya no escribiré sobre ti. Ya no habrán más palabras que hablen de vos. Esto no quiere decir que ya no te amo. Todo lo contrario. Sigo pensándote segundo a segundo de mi vida. Sigo asomándome en el balcón por si te veo llegar. Sigo viendo tu helado a medio terminar, esperando que vengas a terminarlo. Sigo separando las milanesas de soja, por si venís a cenar.

Sigo sosteniendo que te amaré toda la vida. Pero ya no escribiré más sobre ti.

Ya no escribiré sobre ti, porque eso no hará que vuelvas. Ya no escribiré sobre ti, porque eso hace que no te suelte y te siga visualizando en palabras.

Ya no escribiré sobre ti, porque así como sigo esperando que aparezcas de sorpresa, escribir sobre ti, no hará que eso pase.

Ya no escribiré sobre ti. Porque así como prometí jamás volver a comunicarme con vos, aunque me muera por hacerlo, escribir sobre vos aunque no sepas que lo hago, es una falta a mi promesa que cumpliré porque te amo.

Ya no escribiré sobre ti, porque ya no soy parte de tu vida, así que no puedo escribir de lo que no sé, de lo que no comparto.

Tal vez, espere el milagro de tu vuelta hasta el día que me muera, pero mientras tanto, ya no escribiré sobre ti.

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