Tarot y destino

Anoche me tiraron las cartas. Me dijeron mi pasado, mi presente y mi futuro. Tenía que creer, porque fue gratis, así que no ganaba nada con mentirme. Literalmente.

Igual debo confesar que me sorprendió lo que me decía, o mejor dicho, lo que las cartas decían. Fue puntualmente cosas que no hablé con nadie, y que no eran frases generales que podrían ser utilizadas como un horóscopo en el chicle Bazooka.

Lo que escuché me lo guardo para mí, pero realmente me sentí aliviado de escuchar muchas cosas, otras tanto me dieron mucha tristeza, pero aceptación a su vez. Jamás imaginé terminar confiando en las cartas, para usar como la mejor terapia.

De a poco empecé a caer, y a doler estar una vez más en una vida que no elijo, en un destino no soñado, en un sueño hecho pedazos.

Quisiera volver a escuchar a las cartas, y a la vez, no escucharlas nunca más. Quisiera que mi destino no esté regido por unas cartas, quisieras que mi destino no esté regido en un futuro sin vos. Quisiera que todo lo de esas cartas sea cierto. Lo bueno y lo malo. Quisiera que nada sea cierto. Ni siquiera lo que estoy viviendo.

Comentarios