Perder el miedo a perder

Tengo miedo a perderte. Quiero que aún tengas miedo a perderme. Pero... ¿Si volviéramos a estar juntos, no tendríamos miedo a perder?

Ese pánico a una nueva oportunidad en la vida, ocurre a veces por el miedo a que no funcione. A perder una vez más. A saber que ya no hay esperanzas de algo bueno, y que una nueva decisión nos lleve a un nuevo mal camino.

Perdemos la confianza, perdemos la ilusión, perdemos las convicciones y los ideales. A veces, por tener miedo a perder, perdemos mucho más que lo que pensábamos perder originalmente.

Podemos perder absolutamente todo, podemos elegir la peor decisión de todas, incluso podemos no tener vuelta atrás. Pero por miedo jugamos con la incertidumbre, y perdemos por goleada contra ella.

Debemos aprender a perderle el miedo a aprender. Nadie te puede asegurar un final feliz, nadie te puede asegurar que esta vez vayas a ganar el partido. Pero la incertidumbre se combate con decisión, con carácter, con metas, con lucha.

Perder el miedo a perder, no es que dejes de perder, sino que puedas empezar a ganar. Porque cuando ya está todo perdido, no hay nada a lo que le puedas temer.

Comentarios