Me voy reconstruyendo

De a poco me voy armando. Uniendo con pegamento las partes rotas y esperando que algún día se vuelvan a soldar. No río, pero he dejado de llorar.

De a poco voy cayendo, voy odiándome menos y me afianzo en el tiempo. No por alegría, sino por resignación. Sé que eso no es algo bueno, pero al menos me impulsa a salir adelante, no motivación, pero sí con esmero.

Voy reconstruyendo cada uno de los recuerdos y los momentos, Tengo un montón de sentimientos, pero no dejo que me consuman. No por fuerte, sino por paciente.

Me alivio de haber hecho todo lo humanamente posible y más también. ¿No funcionó? Es que no tenía que funcionar, o ya era tarde; pero lo hice y no me arrepiento.

Me rebajé en su momento porque lo sentía, y me siento orgulloso por eso.

Cada día que pasa en silencio es un nuevo mensaje que recibo, y esta vez no le tengo miedo. Sé que ya no vamos a volver, y solo vamos a hablar para explicar todo esto.

Y si te arrepientes y no quieres hablar, está bien, lo comprendo.

Ya están las cartas en la mesa, y no creo más en cuentos.

Me voy reconstruyendo porque era alguien antes de conocerte y podré seguir siéndolo luego. Como sé que vos también eras alguien antes, y seguirás construyéndolo.

Me voy haciendo de nuevo, porque ya te dije todo lo que sentía y ya entendí que mereces hacer tu vida. Así como yo necesito volver a vivir la mía.

No tengo más que hermosos recuerdos, pero no puedo seguir permitiendo que me atormenten en el presente, ni puedo seguir proyectándote mis tormentos.

Te deseo lo mejor por siempre y para siempre, pero es hora que empiece a seguir con mi vida, y dejar de estar en vida muriendo.