El extraterrestre de la Tierra

Les voy a contar la verdad de mí. Soy un habitante de otro planeta...

No sé bien como llegué acá, ni cuando, ni la fecha de regreso a mi planeta, pero recuerdo muy bien como era la vida allá. Era muy diferente a lo que ustedes hacen acá.

Allá la gente tenía códigos, un secreto era un secreto, una confianza no se rompía ni con la muerte, ni se utilizan como arma para matar en el odio, las amistades eran para toda la vida.

El amor no era eterno, pero mientras existía era maravilloso entre las personas que lo vivían y cuando terminaba, se deseaba al otro lo mejor en su vida, y no lo peor como se acostumbra acá.

La venganza se entiende como un hecho indigno y es reprochable en todos los aspectos.

Los chicos eran educados, pero para exaltar sus dones, no para callar sus inquietudes. A los mayores se los consideraba grandes sabios y no viejos inservibles.

Las mujeres son las más respetadas por ser las portadoras de vida, y sus roles de amas de casa, son agradecidos día a día por su marido y sus hijos, quienes entienden que el sostén del hogar en enteramente por ellas.

Tener una posición económica buena, no es motivo de envidia por parte del otro, sino reconocimiento, admiración y felicidad ajena.

La gente no crítica las diferencias, sino que se alegra por las similitudes. No prejuzga, sino que conoce y reconoce.

El trasporte público, es un medio de carga de pasajeros y no una carga. El trabajo es un derecho y no una obligación.

De donde yo vengo, se conoce el amor en muchas maneras... Entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre amigos, hasta incluso amor fraternal para tan solo conocidos o compañeros de trabajo. El trabajo...

El trabajo es un lugar que se respeta y se agradece, donde un ascenso es por logros propios, y no por matar a otro. Los hijos y entenados, no tienen poder acá. Solo la capacidad de cada uno.

Allá en mi planeta, el día también dura 24 horas... pero el día alcanza para hacer todas las obligaciones que hay que hacer y aún sobra para disfrutar y descansar. De hecho, muchas de las obligaciones se hacen disfrutandolas y no sufriendolas.

Todas las tardes los chicos salen a la calle, juegan hasta entrada la noche y cuando el padre o la madre los llama a comer, vuelven a la casa despidiendose del resto de sus amigos.

Las parejas entienden que son unión, pero también son dos personas diferentes con pasados diferentes. No son UNO, sino son DOS individuos que apuestan a formar UN futuro juntos. Y cuando ese futuro no va más uno respeta al otro por el tiempo compartido.

Existen infinidades de diferencias entre mi planeta y este, si pudieran ir a visitarlo sería lo mejor que les podría pasar, yo sé que no volverían nunca más acá.

Mi planeta se llama: Tierra.

- ¿Cómo? ¿Qué este es el planeta Tierra?

Luego de repensar y repensar esta impactante información, entiendo que no soy un extraterrestre, sino un simple loco el cual nació se crió y vivió en este planeta, pero que siempre soñó con los ojos abiertos un mundo paralelo el cual a mí, me hizo salir adelante pensando que algún día volvería a ese utópico planeta.

Aunque no sé si el loco soy yo o este planeta está enfermo...

(J.O.G.)

Comentarios

  1. Geo, me hiciste emocionar. La publicación de esta entrada coincidió con el cumpleaños de mi hijito. Me encantó tu blog. Volveré.

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