¿Qué pasa cuando...?

¿Qué pasa cuando sentís ese nudo en la garganta, acompañado de una sensación de tristeza, soledad y que no tenes futuro?

Hay momentos en la vida, en los cuales nada de lo que te puedan decir te levanta el ánimo, donde aquella angustia incontrolable te carcome el cerebro día y noche... No hay persona en la faz de la tierra que no le haya pasado alguna vez en la vida y es natural del ser humano y de la razón. Entendemos lo que vemos y sabemos, pero lo incierto de la vida y el futuro de la misma, es algo que no se puede planear... 

Hasta ahí vamos bien, pero ¿Qué pasa cuando ese sentimiento se torna es una rutina y una forma de vida?
la angustia sin resolver lleva a la depresión, la depresión a la bronca y al enojo, estos al odio, y el odio se torna en el segundo motor que ha impulsado la humanidad. (para mí particularmente de hecho es el primer motor).

Luego del amor, las cosas más impresionantes o malas han surgido por el odio. Pero el tema es cuestión es ¿A quién va dirigido realmente ese odio?

Cuando el odio es hacia alguien puntual, uno puede pensar como devolvérsela y lo planea una y otra vez, hasta que lo piensa en frío y se da cuenta que rebajarse a alguien que no lo merece, lo convierte en igual o peor perdedor que el "otro". Sin embargo cuando el verdadero odio es a uno mismo, ese odio no tiene límites ni fronteras...

La vida es aquel "precioso anillo" de Gollum, el cual lo fue matando internamente de manera tan paulatinamente, que terminó lastimando a todos los que se cruzaban en su camino con el objetivo inútil de tener algo, que cuando lo tenía no lo sabía usar.

Uno termina lastimando a gente que no se lo merece, que da todo por uno, que lo acepta tal cual es y aún así el "Auto-odio" no deja ver el bosque más allá del árbol que tiene en frente...

Lástima a familiares, a amigos, parejas... incluso a uno mismo. Al principio con una falsa autocreencia de que la única persona que sufre en el mundo es uno y nadie más; y luego lo termina haciendo por inercia... Por esa carencia a entender el sentimiento ajeno, por perder la capacidad de amar, lástima a los que sí la tienen y quieren creer en que amar a alguien es posible. Ese ser se vuelve solo un cascarón, que hace una pantomima rutinaria de lo que es la vida, pero no vive...

No disfruta, no goza, hace sentir infelices a los demás, porque en realidad es uno el infeliz que no puede salir adelante y siente frustración de la vida que "le tocó".

Ese infeliz no entiende que la vida no "le toca", la tiene que crear... LO BUENO Y LO MALO NO EXISTE... es sólo una apreciación subjetiva que cada uno tiene, en base a los estigmas morales de lo "que cree" que es bueno o es malo...

Ese infeliz tranquilamente puede ser quien escribe en este momento este posteo...

Cae en la cuenta de la gente que lástima, cuando es tarde y cuando se queda sólo... y no creo que sea un manotazo de ahogado este posteo, porque seguramente luego de este posteo, tampoco quiera hablar con nadie. Ese infeliz ve que hay algo que lo perturba y lo que lo hace pasarse en la casa viendo como el tiempo le pasa por encima... le pasa por encima como si fuera un tren. El problema es que si fuera un tren vaya y pase, pero ese infeliz siente que el tren esta subido a una calesita y le pasa por encima una y otra y otra vez... De hecho tiene tan mala suerte en su angustia, que cree que tuvo la "suerte" de sacar la sortija, para asegurar que el tren le vuelva a pasar un par de veces más...

"Esa maldita espera" de saber como va a ser su futuro no le permitió disfrutar su presente... y ese presente no aprovechado hizo que lastimara mucha gente a la que le interesó compartir su presente y su futuro con ese infeliz...

Ese infeliz pide perdón, aunque teme volver a seguir lastimando, mientras no sepa como dejar de odiarse como lo vive haciendo.

Ese infeliz espera en la estación del tren a ver si el tren de la vida vuelve a pasar, cuando lo que no entiende es que tiene que salir a perseguir al que ya pasó...



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